WEEKLY LETTER - The assumption of Mary
Tomorrow is the Solemnity of the Assumption of the Blessed Virgin Mary and is observed as a Holy Day. With the feast falling on a Monday this year, the Solemnity of the Holy Day is observed, but the obligation to attend mass is suspended. The Assumption of Mary has been observed in the Eastern and Western Churches since at least the 5th century and has been a tenant of the faith since apostolic times. It is a further testimony of the importance of the Blessed Mother as the Queen of Heaven and the Mother of God. The feast also emphasizes that the reality of the resurrection is not limited to Jesus, but is also experienced by his mother and ultimately to all the faithful at the proper time. The feast of the assumption gives us all hope that our personal survival is not just limited to this world; it is primarily the heritage that we all share as believers in Jesus as the Son of God and savior of the world. The wages of sin is death, and Mary’s assumption into heaven, body and soul, is a testimony that she who was without sin, was taken into paradise at the end of her life on earth. It is further evidence of the promise of eternal life that has been won for us in the passion, death and resurrection of Jesus Christ. As Saint Paul has testified in his Letter to the Hebrews: “Faith is the realization of what is hoped for and evidence of things not seen.” It has been the faith of the Church that our Blessed Mother was assumed, body and soul into heaven. This is the hope to which we are called and the evidence of all the Saints who stand before the throne of God. Our prayer is that we might be numbered among them. -F. Ted
CARTA SEMANAL - La asunción de María
Mañana es la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María y se observa como Día Santo. Al caer la fiesta en lunes este año, se suspende la obligación de asistir a misa. Pero aún así se celebra la Solemnidad de la Santísima Virgen Maria. La Asunción de María se ha observado en las Iglesias orientales y occidentales desde al menos el siglo V y ha sido un inquilino de la fe desde los tiempos apostólicos. Es un testimonio más de la importancia de la Santísima Madre como Reina del Cielo y Madre de Dios. La fiesta también enfatiza que la realidad de la resurrección no se limita a Jesús, sino que también la experimenta su madre y, en última instancia, todos los fieles en el momento adecuado. La fiesta de la asunción nos da a todos la esperanza de que nuestra supervivencia personal no se limita sólo a este mundo; es principalmente la herencia que todos compartimos como creyentes en Jesús como Hijo de Dios y salvador del mundo. La paga del pecado es la muerte, y la asunción de María al cielo, en cuerpo y alma, es un testimonio de que ella, que no tenía pecado, fue llevada al paraíso al final de su vida en la tierra. Es una prueba más de la promesa de la vida eterna que nos ha sido ganada en la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Como ha testimoniado San Pablo en su Carta a los Hebreos: “La fe es la realización de lo que se espera y la demostración de lo que no se ve”. Ha sido la fe de la Iglesia que nuestra Santísima Madre fue asunta, en cuerpo y alma, al cielo. Esta es la esperanza a la que somos llamados y la evidencia de todos los santos que están ante el trono de Dios. Nuestra oración es que seamos contados entre ellos. –P. Ted.