Next Sunday is the start of the Advent season. As you begin to pull out your decorations for this special time of the year, don’t forget the Advent wreath. Have you ever stopped and wondered what the story is behind the Advent wreath or what is designed to remind us? Here’s the answer.
During the Advent season, wreathes adorn church sanctuaries and family dining room tables. The Advent wreath is full of symbolism about Christ and his coming at Christmas. The wreath is made of evergreen boughs, reminding us that the life of grace doesn’t falter with the changing seasons. It always remains fresh and new. Similarly, a circular wreath reminds us of the eternal, never-ending nature of God’s love.
El próximo Domingo es el comienzo de la temporada de Adviento. Cuando empiece a sacar sus decoraciones para esta época especial del año, no olvide la corona de Adviento. ¿Alguna vez se ha detenido y se ha preguntado cuál es la historia detrás de la corona de Adviento o qué está diseñada para recordarnos? Esta es la respuesta.
Durante la temporada de Adviento, las coronas adornan los santuarios de las iglesias y las mesas del comedor familiar. La corona de Adviento está llena de simbolismo sobre Cristo y su venida en Navidad. La corona está hecha de ramas de hoja perenne, lo que nos recuerda que la vida de gracia no flaquea con los cambios de estación. Siempre permanece fresco y nuevo. De manera similar, una corona circular nos recuerda la naturaleza eterna e interminable del amor de Dios.
Las velas nos recuerdan que Cristo es la luz del mundo, Aquel que "brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron". Usamos cuatro velas para representar cada semana de Adviento. Tradicionalmente vienen con los colores litúrgicos de la temporada. El púrpura ha representado históricamente la penitencia y el sacrificio. Vemos el mismo color para la temporada de Cuaresma. En el tercer Domingo de Adviento, sin embargo, iluminamos un color rosa. El sacerdote usará vestimentas de rosas en la Misa. Este es el Domingo de Gaudete. Gaudete significa "regocijarse" en latín. El tercer Domingo de Adviento, estamos aproximadamente a la mitad de la temporada. ¡La Iglesia elige el punto medio para recordarnos que debemos celebrar en medio de nuestra anticipación! Sea cual sea el color y el día, la corona de Adviento es una hermosa práctica para centrar nuestra atención en la venida de Cristo en Navidad.