Dear Sisters and Brothers,
The October 3rd edition of The Catholic Moment provided some details about the latest Synod of the Catholic Church. A synod is a gathering for meeting and listening in order to guide the Church’s next steps in its mission. Under the guidance of the Holy Spirit, the Church discerns how to share Christ in each present age.
Pope Francis gave a speech on September 18th to the Diocese of Rome. In this lengthy address, the Holy Father recalls that the synodal model did not begin with the Second Vatican Council. Rather, we find the model in the Acts of the Apostles, and it has continued since. We are beginning the first stage of this process in local dioceses. We listen inside the Church and outside to see where the Good News and the healing power of Christ may be leading us. And how the Holy Spirit is manifesting gracious gifts.
As the Pope said in his speech, a synod is not a parliamentary procedure where votes are taken. It is not to measure things by who is a majority and who is a minority. It will prayerfully account for where we find ourselves, highlight spiritual gifts to be shared, and make visible the challenges and wounds both within the Church, and within the hearts of all human communities.
Another concept of synod, besides being a listening event, is that it energizes our journeying together. It strengthens Church communion through our Baptism in the Risen Christ. This particular synod invites more than bishops and clergy and theologians, but all of us. My offices have yet to finalize how we will collect our input, both online and in person. I have deputized a priest and three lay Catholics to assist with this process. A diocesan report of ten pages will be submitted to Rome by April 2022.
We are not starting from zero. The chancery offices and parish leaders have been listening to you all for many years. Consultations have been ongoing in each parish since 2014. Not long ago, every Catholic in our diocese had a chance to submit via computer their dreams and desires. The content of those communications is still referenced and useful. When we read the Pope’s speech, we notice pastoral guidance that is essential. We start by submitting our heart and will to the Holy Spirit, and trust that the Spirit will lead us past fear and uncertainty. This means more than just praying. It means that we ourselves engage the process as prayerful persons. For this reason, we enter a Synod that does not have a fixed to-do list. Our list comes after listening.
In Christ,
Most Reverend Timothy Doherty
Bishop of Lafayette in Indiana
Queridos hermanos y hermanas,
La edición del 3 de octubre de The Catholic Moment proporcionó algunos detalles sobre el último Sínodo de la Iglesia Católica. Un sínodo es un encuentro para reunirse y escuchar con el fin de guiar los próximos pasos de la Iglesia en su misión. Bajo la guía del Espíritu Santo, la Iglesia discierne cómo compartir a Cristo en cada época presente. El Papa Francisco pronunció un discurso el 18 de septiembre en la Diócesis de Roma. En este extenso discurso, el Santo Padre nos recordó que el modelo sinodal no comenzó con el Concilio Vaticano II. Más bien, encontramos el modelo en los Actos de los Apóstoles, y ha continuado desde entonces. Estamos comenzando la primera etapa de este proceso en las diócesis locales. Escuchamos dentro y fuera de la Iglesia para ver adónde nos pueden llevar las Buenas Nuevas y el poder sanador de Cristo. Y cómo está manifestando sus dones de gracia el Espíritu Santo. Como dijo el Papa en su discurso, un sínodo no es un procedimiento parlamentario donde se realizan votaciones. No es un proceso para medir las cosas por quién es mayoría y quién es minoría. Dará cuenta en oración de dónde nos encontramos, resaltará los dones espirituales a ser compartidos, y hará visibles los desafíos y las heridas tanto dentro de la Iglesia como en el corazón de todas las comunidades humanas. Otro concepto de sínodo, además de ser un evento de escucha, es que energiza nuestro caminar juntos. Que fortalece la comunión de la Iglesia a través de nuestro Bautismo en Cristo Resucitado. Este sínodo en particular invita a más que obispos, clérigos y teólogos, nos invita a todos nosotros. Mis oficinas aún tienen que determinar cómo recopilaremos nuestra información, tanto en línea como en persona. He delegado a un sacerdote y tres católicos laicos para ayudar con este proceso. Un informe diocesano de diez páginas será enviado a Roma para Abril de 2022. No comenzamos de cero. Las oficinas de la cancillería y los líderes parroquiales los han estado escuchando a todos durante muchos años. Las consultas han estado en curso en cada parroquia desde 2014. No hace mucho, todos los católicos de nuestra diócesis tuvieron la oportunidad de enviar por computadora sus sueños y deseos. El contenido de esas comunicaciones es todavía referenciado y útil. Cuando leemos el discurso del Papa, notamos una orientación pastoral que es esencial. Empezamos enviando nuestro corazón y voluntad al Espíritu Santo, y confiamos en que el Espíritu nos guiará más allá del miedo y la incertidumbre. Esto significa más que sólo rezar. Significa que nosotros mismos participemos en el proceso como personas orantes. Por esta razón, entramos en un Sínodo que no tiene una lista fija de tareas pendientes. Nuestra lista viene después de escuchar.
En Cristo,
Reverendísimo Timothy Doherty
Obispo de Lafayette en Indiana