WEEKLY LETTER - We Remember How You Loved Us
It has been one year since St. Paul lost Father Christopher Roberts as her pastor and spiritual father. The abrupt nature of his death and the circumstances of a pandemic did not afford us the opportunity to properly mourn him with the funeral rites of the Church. Although his immediate family and some of his brother priests were allowed to participate in the liturgy, the parishioners whose lives he touched could not ritualize their sense of loss. The rituals of death and resurrection are celebrated at every mass, but the funeral rites speak to us more deeply of the hope we place in the love of God and the salvation that is offered to us in the person of Jesus Christ…crucified and risen! Father Roberts is a priest of Jesus Christ; he is priest forever in the line of Melchizedek of old. Now he shares in the eternal priesthood with all his brothers who have preceded him and with all those who will follow him. Although the people of St. Paul were not physically present to sing the Requiem and the Salve Regina for their pastor and brother in Christ, we yet can remember how he loved us to his death. And so we celebrate! For like Christ Jesus Himself, he is with us here…his beloved people of St. Paul.
Eternal rest grant unto him O Lord. And let perpetual light shine upon him.
May he rest in peace. Amen.
May his soul and all the souls of the faithful departed through the mercy of God rest in peace. Amen.
CARTA SEMANAL - Recordamos cómo nos amabas
Ha pasado un año desde que St. Paul perdió al Padre Christopher Roberts como su pastor y padre espiritual. La naturaleza abrupta de su muerte y las circunstancias de una pandemia no nos dieron la oportunidad de llorarlo adecuadamente con los ritos funerarios de la Iglesia. Aunque a su familia inmediata y a algunos de sus hermanos sacerdotes se les permitió participar en la liturgia, los feligreses cuyas vidas él tocó no pudieron ritualizar su sentido de pérdida. Los ritos de muerte y resurrección se celebran en cada misa, pero los ritos funerarios nos hablan más profundamente de la esperanza que ponemos en el amor de Dios y de la salvación que se nos ofrece en la persona de Jesucristo… ¡crucificado y resucitado! El padre Roberts es sacerdote de Jesucristo; es sacerdote para siempre en la línea de Melquisedec de antaño. Ahora comparte el sacerdocio eterno con todos sus hermanos que le han precedido y con todos los que le seguirán. Aunque la gente de St. Paul no estuvo presente físicamente para cantar el Réquiem y la Salve Regina por su pastor y hermano en Cristo, todavía podemos recordar cómo nos amó hasta su muerte. ¡Y así celebramos! Porque como el mismo Cristo Jesús, él está aquí con nosotros ... su amado pueblo de San Pablo.
Concédele el descanso eterno, oh Señor. Y que la luz perpetua brille sobre él.
Puede él descansar en paz. Amén.
Que su alma y todas las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.