Next Sunday is one of the most popular observances of the year. It may have started as a “Hallmark holiday,” but the sentiment has captured the imagination of our culture. According to The Order of Prayer in the Celebration of the Eucharist, “the secular observance of Mother’s Day must in no way diminish the primary focus of Sunday as the celebration of the paschal mystery.” Every Sunday, indeed every celebration of the Holy Mass, is a remembrance of the passion, death and resurrection of Jesus Christ. The title and the role of the Blessed Mother is prominently mentioned in the Eucharistic Prayer. It seems fitting and appropriate that the Church recognize the secular observance of Mother’s Day and even “canonize” the holiday as a useful means to honor the role of mothers in our society and the motherhood of the Church for her children.
In the person of Mary, the Mother of God, the salvation of humanity is encapsulated. She is the mother of Jesus and the mother of the Church. In her humility and obedience to the will of God, she has been exalted as the Queen of Heaven and now all generations call her blessed. As we begin this month of Mary, with the offering of our flowers and the crowning of her icon, let us strive to follow the example of the Blessed Mother in the submission of our own desires to the will of God.
- Fr. Ted Rothrock
El próximo domingo es una de las celebraciones más populares del año. Es posible que haya comenzado como una "fiesta distintiva", pero el sentimiento ha capturado la imaginación de nuestra cultura. Según El orden de oración en la celebración de la Eucaristía, "la observancia secular del Día de la Madre no se debe de ninguna manera disminuir el enfoque principal del domingo como celebración del misterio pascual". Cada domingo, de hecho, cada celebración de la Santa Misa, es un recuerdo de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. El título y el papel de la Santísima Virgen se mencionan de manera destacada en la Plegaria Eucarística. Parece adecuado y apropiado que la Iglesia reconozca la observancia secular del Día de la Madre e incluso "canonice" la festividad como un medio útil para honrar el papel de las madres en nuestra sociedad y la maternidad de la Iglesia para sus hijos.
En la persona de María, Madre de Dios, se encapsula la salvación de la humanidad. Ella es la madre de Jesús y la madre de la Iglesia. Que con su humildad y obediencia a la voluntad de Dios, ha sido exaltada como Reina del Cielo y ahora todas las generaciones la llaman bienaventurada. Al comenzar este mes de María, con la ofrenda de nuestras flores y la coronación de su icono, esforcémonos por seguir el ejemplo de la Santísima Madre en la sumisión de nuestros propios deseos a la voluntad de Dios.